La creación la asimilo con el disfrute de los momentos que caracterizan nuestra vida, y con el aprovechamiento de los instantes. Cuando es difícil discernir el bien del mal entonces procuro pensar sobre todas aquellas circunstancias que nos invaden y que definen nuestra condición sin reglas preestablecidas; aquellas que simplemente se hallan circunscritas en un espacio reflexivo y propicio al descubrimiento de logros nuevos que consiguen sorprenderme. En numerosas ocasiones comparo el azar en la pintura con el disfrute de un momento especial, y el papel en blanco con un beso aún por degustar.

23/01/2011